miércoles, 23 de septiembre de 2015

En rojo.

Quiero escribir-té en mano-,
porque hoy no duermo en casa
y dejé allí mi brújula.


Luego recuerdo:
llegué de trabajar el sábado
a dormir por falta de sueño
-que no de sueños-
y, amor,
un volcán.

Vehemencia.

Nos echábamos de menos
después de tres horas sin vernos.

Mi cansancio y tu resaca se enamoraron.


Domingo,
quiero recuperarte.
Recuperarnos.
Poco importa si el café se bebe donde te dije
o bebes tú
lo que me dices
vía amenazas absurdas
que ojalá cumplas mañana.
["Si no te duermes..."
sólo tú lo sabes]


Lo que yo sé
es que en tu cabeza
de manera asidua escribes libros
o relatos cortos
o poemas
imposibles de traducir a palabras.

Lo sé porque  me haces cruzar en rojo
sólo para verme reír;
lo sé porque nos defines con caricias;
lo sé porque te sé
sin mirarte siquiera.

-Aunque mirándote me gustas más-.