sábado, 20 de septiembre de 2014

Una menos.

Allí donde la soledad te destapa en plena madrugada, y abre la ventana para congelarte el corazón. 

Allí donde se tiran, por el tobogán de tus mejillas, burbujas de abatimiento.

Allí donde te grité "ven" por escrito, porque el mundo se me hacía un extraño conocido.

Allí viajé.
Allí te necesité.
Allí llegaste 
-por circunstancias ajenas, si quieres-
mal y tarde.

Y allí se me perdió una noche.

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